Hace tiempo que los profetas del desanimo viene insistiendo con el apocalipsis, que no es lo mismo que el fin del mundo, pero se le parece. El fin del mundo que los Testigos de Jehova nos vienen infligiendo desde hace 110 años y todavía no se cumple.
Sin embargo las señales del fin de los tiempos se multiplican sin que los cientificos y los teologos puedax explicarlo.
Sin ir más lejos anteayer la estatua de Ken Follet que el artista vanguardista Tete Dehat creó para el centro comercial Spirandelli se desclavó de su pedestal y comenzó una carrera de destrucción en la que se vieron implicadas dos escuelas, una inmobilaria, dos agencias de ventas de automoviles y una de publicidad. La estatua hizo caso omiso a los agentes del orden y a un editor que por alli pasaba, siguió su periplo de devastacion hasta llegar a un precipicio, en el que coincidió con un grupusculo de lemings desorientados que ejercian su derecho a la extinción lejos de sus tierras.
La estatua y los lemings fueron tragados por las aguas del oceano y ahora, en el pedestal vacio ha crecido una minuscula hoja de una planta que los ancianos no dudan en calificar como "malahierba".
Y eso, en este mundo tan falto de teologia y geometria, como decia el ilustre Ignatius Reilly, ya es un simbolo y un signo.
Pero las señales del fin no se acaban. Muchos vecinos de la periferia, temen la oscuridad y la noche, desde que se ha visto por las calles desiertas a pandillas de malvivientes que embutidos en trajes de Paulo Cohelo aterrorizan a los desprevenidos viandantes e incluso les leen páginas del escritor sin que las autoridades puedan hacer nada para remediarlo.
No solo eso, sino que algunos afirman haber visto al mismísimo diablo vestido como Cohelo.
Y por si esto fuera poco un ejemplar de "El Codigo Da Vinci" fue visto en una representación de "El sueño de una noche de verano" silbando desaforadamente.
Puede que estemos ante la llegada de la oscuridad... o ante al inicio de una nueva era...
quien sabe?, como diria Maupassant...
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