Dúo cómico de los años cuarenta. Penosísima copia de Laurel y Hardy mezclado con lo peor de Abbott y Costello. Surgieron a instancias de Carlo Camisasa, un inepto director de la plantilla de Hall Roach, despedido por Holgazán y pendenciero. Carlo Monta sus propios estudios financiado por un incauto Waldo Rafft, Rey de los bistec de búfalo, en las instalaciones de un complejo hotelero para mexicanos que nunca llegó a abrir sus puertas. Waldo Movies reza el cartel de la entrada y más abajo, en letras rojas "SILENCIO, ESTAMOS HACIENDO HISTORIA."
Hablar de Waldo movies es referirse a una completa y sistemática sucesión de fracasos artísticos, debido en parte a la ingenuidad del magnate de los Bistec, quien otorgaba el dinero sin verificar la calidad de las películas ni la idoneidad del plantel "profesional"., mas que nada urgido por su amante, una corista de nombre Norah Birmighan, estrella principal de Waldo Movies.
El tesorero lleva a tal punto su manía por el ahorro que recorta el presupuesto con el sencillo método de hacerse con todas las cámaras anteriores a la era del sonido. La estrella de la casa: un viejo trasto que alguien ha bautizado Lilian, por haberse filmado con ella algunas secuencias de "El nacimiento de una Nación" de Griffith, retocada para adaptarla al audio por un genial ruso de apellido Kretinsky.
Desgraciadamente su genialidad no llegaba a imaginar un sistema que le permitiera llegar a los veinticuatro fotogramas que se emplean hoy en día para la imagen cinematográfica por lo que los actores tenían que moverse más despacio y doblarse luego con música de un cuarteto de Diexieland de Texas generalmente ebrio.
Actores: cuatro prostitutas de Nueva Jersey a quienes se les estropeó el auto cerca de los estudios, la susodicha Norah Birmighan, el galán maduro Master Child, los vaqueros Saul Harper y Lino Linn (amigos de Waldo) tres o cuatro ex presidiarios para papeles de malo y relleno, Cintia Carruters (la tía de Camisasa), Billi Ibud, quien siempre hacía de Dios.
Este papel tiene su explicación. El guionista de Waldo Movies era un tal Ernie Bats. tenia
este hombre la costumbre de alternar sus páginas con vino por lo que no terminaba jamás ninguno. Carlo, que era un hombre de ciertos recursos inventó la siguiente estrategia: donde acabara el guión siempre aparecía un ángel (uno de los ex presidiarios) que preocupado por el curso de los acontecimientos acudía a Dios(Billi Ibud) increpándole "¿y ahora que hacemos?" .
A lo que contestaba el magno en la figura mas que dudosa del actor: "y… que se casen...".
Todas las producciones Waldo Movies tienen final de casamiento, aun la lacrimógena "Preparado para la horca" en la que recluso y carcelero se casan en la prisión ignorando absolutamente las rígidas normas del código Hays.
Semejantes engendros llegan a la gran audiencia por medio del sabotaje. Camisasa y los suyos corrompen a un par de distribuidores quienes suplantan rollos recién hechos en los grandes estudios por Producciones Waldo Movies
Welles, Siodmack, Ford, Huston, se encuentran entre los directores a los que les ha desaparecido un original, reutilizado, se supone, por Camisasa y sus secuaces.
Los coleccionistas buscan aun la única película del Oeste que hizo Orson Welles para la Paramount, acaso más brillante que "El Ciudadano" y con el aditamento de poseer el único desnudo integro de John Wayne.
El dinero de las recaudaciones es desviado por los mismos distribuidores que de repente comienzan a ganar dinero con aquellas rarezas en pequeñas poblaciones a las que venden como comedias.
En Chatapitongui todavía se están riendo con "M, el vampiro negro" de Fritz Lang que en realidad era "El Héroe Herodes" con la Birmighan y uno de los presidiarios llamado Henry Tong.
Ignorante a estas peculiaridades de sus películas el clan Camisasa sigue haciendo historia.
A instancias de Rafft, Carlo contrata a dos payasos que ha visto en una obra de teatro mormona. Lester Larsson y David Braumm (o Ticher y Briboncito)
Eran espantosos.
A Camisasa le encantaron.
Tuvieron dificultades para adaptarse al cine Camisasa sobre todo Briboncíto que era hiperkinetico, pero una vez que entendieron el principio se convirtieron en las estrellas del estudio.
Desgraciadamente no llegaron a trabajar más de cuatro películas. La última "Un cerdo para el entierro" se vio interrumpida por la detención del motor de un automóvil que pasaba por allí. Su ocupante estuvo un rato viendo el rodaje hasta que arreglaron el desperfecto. Al otro día los estudios fueron desmantelados, el equipo requisado y los actores impugnados.
Will Hays, inventor del famoso código cinematográfico represor del cuerpo y el ombligo había pasado por ahí.
Nadie sabe que ocurrió con el clan Camisasa. Sus seguidores, esa maldita y poco conocida raza quieren creer que todos se han casado, como quería Dios.
Pero eso solo ocurre en las películas
Comentarios
si ahora sacan peliculas como churros con el mismo final.
Camisasa fue un precursor
Y saben porque no se sabe?, porque esos ignorantes no llegaron a hacer nada mejor y terminaron sus dias como los terminara Marcelo Marcotte.
Sin flequillo.