Ante la inminencia de los catastróficos eventos que nos esperan a partir de este mismito fin de año - a saber terremotos, mareas, volcanes, crisis de valores y económicas, cumplimiento riguroso del calendario Maya(cuya ultima hoja expira el 2012), planetas chocadores y tormentas solares - los V.M nos brindan una oportunidad.
V.M. para quien no este en el ajo no significa Vuesa majestad como en las novelas copetudas de Dumas sino Venerable Maistro.
Uno de los más destacados es el reverendisimo maestro Rabolu, autor de un incunable: Hercolubus, el planeta Rojo.
Este dichoso planeta nos anda buscando desde hace rato para darnos la torta, la biaba con caldo, nuestro merecido, ponernos el ojo en compota, hacernos saltar la chocolata, partirnos la jeta, sacudirnos con un ladrillo por el lomo e incluso propiciar el fin de la civilizacion (tal como la conocemos).
Por suerte el maestro nos ilustra de la existencia de numerosas naves extraterrestres que orbitando a ultimisima hora en nuestra atmósfera salvaran a aquellos piolas que con método, determinación, voluntad y valentía, se animen a despegarse de su cuerpo astral para telealmatransportarse a sus naves.
Allí no solo nos recibirán con sus apéndices abiertos(no sabemos que tipo de articulaciones tienen los marcianos y los venusinos) sino que nos conducirán a la nueva tierra prometida, en donde habremos de conducirnos conforme a las costumbres que el maestro sabiamente ha descrito en su extenso opusculo.
Y asi, desprendidos de nuestra vieja y cargosa tierra, comenzaremos una nueva vida de promisión en otros planetas a los que con el tiempo también contaminaremos con nuestra avaricia e ignorancia.
Para esos somos humanos y nos agarramos todos con la mano.
Quedará ver si se arma un lindo contingente para que vengan a buscarnos.
Los extraterrestres por cuatro pelagatos ni se van a molestar en levantarse del frio...
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