Hace un tiempo ese hombre que se gana la vida a costa de la credulidad y la ignorancia de personas de lectura liviana y conflictos auto solucionables, quiso hacer un libro sobre el famoso cuento de Borges, que da también título a uno de sus mas celebrados libros y que el maestro tuvo a bien poner ultimo, para que la lectura de El Inmortal o El Zahir — acaso más admirables que el mentado cuento— no pasaran desapercibidos para aquellos que buscan algo más que el artificio de los juegos verbales y los laberintos sintácticos. El autor brasileño, consciente de lo inabarcable de la obra, se contentó con tomar solo el titulo para si —en un insólito acto de honestidad o para que sus palabras, mitigadas por la genialidad de Borges, refirieran a esa claridad, leve y reflejada en incontables escritos— -tal y como sucede en El acercamiento a Almotasin. Acaso lo que más me gusta de Borges es esa cualidad que tiene para inquietar y remover el pensamiento. En un párrafo que a veces parece
COMENTARIOS HUMORÍSTICOS SOBRE LITERATURA, CINE, COMICS Y MILONGAS