Arriba viejo Yacaré. Se escucha el grito atronador. Todos castigan sin temor pero no hay nada que hacer, en el disco ya esta Antunez, canta Angelito Vargas en tango muy bailado. Pero no hablaremos de ese Yacaré sino de otro, utilizado en ceremonia de magia en los humedales de Batón Rouge. Entre la miseria y el mito vudú, las tortas de barro y la pobreza más absoluta, aquellas buenas gentes convidan al forastero con su rústica amabilidad y lo aligeran de la vida en cuestión de segundos, afuera. Sobre la lona del ring, las manchas no disimuladas del anterior combate. El público corea y grita el nombre del campeón. Ya nadie se acuerda del italianito escualido al que sacaron entre cuatro por la puerta de atras... ¡cubranme! Más no desespere la santa maestra que en entrada previsible solia mesquinar los pagos y los gastos, luego de obsequiarse y agasajarse con viandas y bebidas. le soplan polvo zombi y a partir de allí maniatan su voluntad para siempre hasta que muere de v...
He aquí un hombre abocado a la incesante búsqueda de la casi perfección cinematográfica. Desde esa primera y poco conocida Moon in the Sun´s Dream, pasando por la irreprochable «Trilogía de la venganza», cuyo máximo exponente es Old Boy, aunque Lady Venganza , que atrapa desde los bellos títulos, no se queda muy atrás , el héroe cinematográfico de Corea del Sur y referente del referente Quentin Tarantino, ha ido decantándose hacia una extraña mezcla de cine negro y romance. Ya lo mostró en 2009, con esa singular historia de amor vampírico llamada Thirst, a la que no puedo menos que comparar con esa sosedad que se llamó Crepúsculo y que el maestro sin duda hubiera llevado a su máxima expresión con su original impronta. Y lo vuelve a demostrar con la obra maestra que me motivó a escribir estas pocas y acaso innecesarias palabras: Decisión to leave, del 2022. Confieso que comenzamos a verla con mi pareja y por tempranas exigencias laborales, pronto entré en una ...