POR EL SEPULTURERO ROQUE
Al igual que dicen que no hay nada peor que pelearse con un borracho, porque si uno lo faja es a la vista de los que lo presencian un ser vil, delesnable y abusador y si el borracho termina dándole biaba con caldo a uno es terriblemente patético; no debería uno confrontar con los libros de moda porque en su fanatismo extremo los seguidores de modas editoriales son capaces de empalarlo a uno en las preciadas páginas del libro que tres meses más tarde, ya sobado y aligerado de cualquier contenido compartirá el destino del capricho: acumular polvo hasta que una tia o uno mismo lo done a la iglesia o a una de esas bibliotecas espantosas en los que el titulo más original es "El pandillero de Dios"(El titulo existe de verdad. Lo veo en la memoria con su dibujo del pandillero, uno de estos pibes de remera batelera, con pantalón cortito, algún premeditado manchón de chocolate en la cara y un pañuelo, a modo de enseña y de identificacion pandilleril, uno de esos pandilleritos que en "The Warriors" les haría la comidita a todos y en las pandillas actuales serviría de refrigerio)
Tal es el sino de esas baboseaduras mentales que están en boca de todos y luego se olvidan como el caso que hoy nos ocupa y del que la saga Millenium es, le pese a quien le pese, un consecuente.
En 1986 no estaba de moda la novela histórica. Hoy tampoco, a pesar de los papamoscas que creen que saben lo que es la historia, sin tener en cuenta sus suciedades, eructos e inmundicias.
Agatha Christie, quien es considerada por muchos una maestra del genero policial, solo porque marea la perdiz como nadie y no se sabe hasta ultimo momento quien es el asesino, lo que obliga a tragarse empastosas páginas de sujetos que uno no invitaria ni a un café, intentó una improbable novela policial en el antiguo Egipto. "La venganza de Nofret" se llamaba aquel engendro y era tan repulsivo que bastaba solamente que cerrara sus páginas con el mismisimo Anubis viniendo a buscar al culpable.
Mejor suerte tuvo "El nombre de la Rosa". Pero claro, ahi habia un escritor.
Lo que en 1986 quiso hacer el llamado escritor Tantalo Marronini fue una saga detectivesca ambientada en la Roma Imperial:Triclinium en la que el detective es el Centurion Cayo Gonzalo Rubinio Sosa, proveniente de Hispalis, un moceton abigotado que resolvia casos a la vez que partia seseras con la segur.
Desde las primeras páginas se ve que la obra no es creible. Marronini incurre en innumeros anacronismos. Cayo Gonzalo tiene un compañero médico el Galo Cascarita, que lleva consigo una bolsita con artilugios de su oficio:Jeringas de tripa de cerdo con agujas de Erizo, un bisturí hecho con valvas de ostra y una pequeña hacha que ademas de arma defensiva le sirve para cauterizar y extirpar gangrenas por la via rápida, esto es el corte liso y llano de la extremidad.
La particularidad de Cayo estriba en sus metodos. Es el antecedente ultra de Mike Hammer. No le importa quien fue, sino castigar, al que sea. Asi su busqueda de la verdad deja tras de si un reguero de víctimas casi todas ellas orientales, o patricias de Noble Cuna.
No olvidemos que proviene de una ciudad tres veces conquistada, por la que Cayo se siente ademas de perdedor, resentido. En los raros momentos en que la paz hace que se cierren las puertas del templo de Jano, Cayo, hiperactivo y violento en igual medida, embota sus sentidos con un narguile cargado de una mezcla que trajo de Germania y que le produce pesadillas y pesadez de higado. Marronini era devoto de Conan Doyle y eso se ve en la descarada forma que tiene de copiar gestos y expresiones de Holmes. Asi, cuando Cayo, embrutecido por la sangre topa con un rastro que lo ha de llevar a su culpable exclama: Chao, ma que cosa Fai?, una adaptación itala del Famosisimo "Hola que es esto", que tuvo menos prensa que el "Elemental, mi querido Watson" (que por otra parte sale solo una vez en todas las aventuras de Holmes).
La saga Triclinium consta de cuatro libros: LOS CENTURIONES QUE NO QUERIAN BAJAR EL PALATINO, LA VESTAL QUE SOÑABA CON UNA PELUCA Y UN IDOLO, LA MATRIARCA EN EL TEMPLO DE CORUS EOLITA Y EL MISTERIO DE LA CÁLIGA QUE PISABA LA GREBA QUERIENDO SER COTURNO.
La ultima entrega, además de rebuscada y farragosa marca la muerte de Cayo Sosa, precipitado desde un acantilado por su archienemigo el irlandes Carini. Presumiblemente Marronini intentaba lo mismo que se hizo con Holmes, pero su editor le cortó el chorro y Cayo Sosa no vió la luz nunca más.
Ademas de representar un fracaso para la editorial Panchoto, que cerró sus puertas al año siguiente, la saga triclinium llevó a Marronini directamente a las fauces de los evangelistas.
Se hizo pastor en los años Noventa y alli continua, robando lo que no pudo con su disparatado detective...
Al igual que dicen que no hay nada peor que pelearse con un borracho, porque si uno lo faja es a la vista de los que lo presencian un ser vil, delesnable y abusador y si el borracho termina dándole biaba con caldo a uno es terriblemente patético; no debería uno confrontar con los libros de moda porque en su fanatismo extremo los seguidores de modas editoriales son capaces de empalarlo a uno en las preciadas páginas del libro que tres meses más tarde, ya sobado y aligerado de cualquier contenido compartirá el destino del capricho: acumular polvo hasta que una tia o uno mismo lo done a la iglesia o a una de esas bibliotecas espantosas en los que el titulo más original es "El pandillero de Dios"(El titulo existe de verdad. Lo veo en la memoria con su dibujo del pandillero, uno de estos pibes de remera batelera, con pantalón cortito, algún premeditado manchón de chocolate en la cara y un pañuelo, a modo de enseña y de identificacion pandilleril, uno de esos pandilleritos que en "The Warriors" les haría la comidita a todos y en las pandillas actuales serviría de refrigerio)
Tal es el sino de esas baboseaduras mentales que están en boca de todos y luego se olvidan como el caso que hoy nos ocupa y del que la saga Millenium es, le pese a quien le pese, un consecuente.
En 1986 no estaba de moda la novela histórica. Hoy tampoco, a pesar de los papamoscas que creen que saben lo que es la historia, sin tener en cuenta sus suciedades, eructos e inmundicias.
Agatha Christie, quien es considerada por muchos una maestra del genero policial, solo porque marea la perdiz como nadie y no se sabe hasta ultimo momento quien es el asesino, lo que obliga a tragarse empastosas páginas de sujetos que uno no invitaria ni a un café, intentó una improbable novela policial en el antiguo Egipto. "La venganza de Nofret" se llamaba aquel engendro y era tan repulsivo que bastaba solamente que cerrara sus páginas con el mismisimo Anubis viniendo a buscar al culpable.
Mejor suerte tuvo "El nombre de la Rosa". Pero claro, ahi habia un escritor.
Lo que en 1986 quiso hacer el llamado escritor Tantalo Marronini fue una saga detectivesca ambientada en la Roma Imperial:Triclinium en la que el detective es el Centurion Cayo Gonzalo Rubinio Sosa, proveniente de Hispalis, un moceton abigotado que resolvia casos a la vez que partia seseras con la segur.
Desde las primeras páginas se ve que la obra no es creible. Marronini incurre en innumeros anacronismos. Cayo Gonzalo tiene un compañero médico el Galo Cascarita, que lleva consigo una bolsita con artilugios de su oficio:Jeringas de tripa de cerdo con agujas de Erizo, un bisturí hecho con valvas de ostra y una pequeña hacha que ademas de arma defensiva le sirve para cauterizar y extirpar gangrenas por la via rápida, esto es el corte liso y llano de la extremidad.
La particularidad de Cayo estriba en sus metodos. Es el antecedente ultra de Mike Hammer. No le importa quien fue, sino castigar, al que sea. Asi su busqueda de la verdad deja tras de si un reguero de víctimas casi todas ellas orientales, o patricias de Noble Cuna.
No olvidemos que proviene de una ciudad tres veces conquistada, por la que Cayo se siente ademas de perdedor, resentido. En los raros momentos en que la paz hace que se cierren las puertas del templo de Jano, Cayo, hiperactivo y violento en igual medida, embota sus sentidos con un narguile cargado de una mezcla que trajo de Germania y que le produce pesadillas y pesadez de higado. Marronini era devoto de Conan Doyle y eso se ve en la descarada forma que tiene de copiar gestos y expresiones de Holmes. Asi, cuando Cayo, embrutecido por la sangre topa con un rastro que lo ha de llevar a su culpable exclama: Chao, ma que cosa Fai?, una adaptación itala del Famosisimo "Hola que es esto", que tuvo menos prensa que el "Elemental, mi querido Watson" (que por otra parte sale solo una vez en todas las aventuras de Holmes).
La saga Triclinium consta de cuatro libros: LOS CENTURIONES QUE NO QUERIAN BAJAR EL PALATINO, LA VESTAL QUE SOÑABA CON UNA PELUCA Y UN IDOLO, LA MATRIARCA EN EL TEMPLO DE CORUS EOLITA Y EL MISTERIO DE LA CÁLIGA QUE PISABA LA GREBA QUERIENDO SER COTURNO.
La ultima entrega, además de rebuscada y farragosa marca la muerte de Cayo Sosa, precipitado desde un acantilado por su archienemigo el irlandes Carini. Presumiblemente Marronini intentaba lo mismo que se hizo con Holmes, pero su editor le cortó el chorro y Cayo Sosa no vió la luz nunca más.
Ademas de representar un fracaso para la editorial Panchoto, que cerró sus puertas al año siguiente, la saga triclinium llevó a Marronini directamente a las fauces de los evangelistas.
Se hizo pastor en los años Noventa y alli continua, robando lo que no pudo con su disparatado detective...
Comentarios