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Mostrando las entradas etiquetadas como la guerra de la filosofia

KASANSASKY EL «FILÓSOFO A DOMICILIO» PRUEBA EN UN NUEVO RUBRO

Hace un tiempo contábamos el quehacer de este hombre que posa aquí junto al gato sibarita, en un careo filosófico de gran nivel que precipitó a ambos a la desgracia. El gato sibarita, aquejado de angustia existencial se dio a la absenta y a la lectura indiscriminada de poetastros románticos. Tuvo que ser internado casi en coma etílico y luego de alguna intervención en la Parainterpintura  de Mirito Picason decidió voluntariamente recluirse en un monasterio tibetano desde donde cada tanto nos hace llegar algunos poemas que francamente no valen para nada, a la espera del restablecimiento total de su sanidad mental. Kasansasky llevaba la filosofía a las casas, en un valiente intento por inquietar a la sociedad en que vivimos acerca de la naturaleza real de las cosas. Incluso cobraba por acercar el desasosiego del ser a aquellos que viendo las noticias o los programas de humor descubrían de pronto que un plato bien colmado de fideos o una pizza grasosa rebosante de mozarela no bastaba

ESTAMOS DE VUELTA

Este humilde espacio dedicado la reflexión y al payaserio estuvo cerrado mucho tiempo. La redacción virtual donde desarrollamos nuestra pobre labor estaba en medio de un barrio frecuentado por lo general por bohemios, estafadores, sujetos de configuracion cretinoide , perdedores y mondongueros aficionados a las albóndigas . Pero tuvimos que invernar, golpeando desesperadamente la puerta del bunker de Rogelio Paranoide , cuando las calles se llenaron de pandillas filosóficas directamente enfrentadas entre si. Las aceras eran un caos. Por entre los rescoldos humeantes de los escolios y los silogismos, esforzados combatientes de la mente se propinaban conceptos, monadas y asersiones agonizando de puro peripatetismo . Una facción , próxima a los desviados pensamientos del paraguayo Borelio , peluquero y caletreador al por mayor, logró poner de su lado a la estatua animada de Ken Follet , que sembraba el pavor leyendo en voz alta parrafos enteros del escribidor. Para c

¡ESTALLA LA GUERRA DE LA FILOSOFIA!

El paraguayo Borelio es filosofo. A diferencia de Vladimiro Kasansaski , quien va componiendo el mundo con su " filosofía a Domicilio" Borelio ejerce su magna labor cultural en la peluquería que arrenda por unas pocas monedas al Profesor Maradona . Así , quien va a cortarse el pelo con Borelio vuelve a su casa con nociones exactas sobre la materia leve de nuestra existencia, los sueños, la muerte y la temperatura justa de cocción que debe alcanzar una brasa para que la carne se dore pero este jugosa. Borelio no soporta la contradicción como punto de partida para la busqueda de la verdad. Esto hace que otros" filosofastros" tal como el llama a quienes osan discutir sus tesis, hayan abandonado el local con menos masa muscular que la que tenian cuando traspusieron el umbral del Dominio Boreliano. Borelio se jacta de poseer un panel de corcho en el que pega los trozos de oreja que arranca a esos desdichados que en su inocencia creen hacer prevalecer su cosmov

Vladimiro Kasansaski -Filosofo a domicilio

En el mismo sitio donde nuestro falso eurodiputado Atilio Subirana inició su ascensión al parnaso de la Bellaquería , quiso dejar su impronta un hombre de Pro: Vladimiro Kasansaski , filosofo a domicilio, un hombre que cree que la crisis no basta para distraer a las mentes grandes de los dilemas insolubles del ser humano: de donde vengo, por que estoy aquí , hacia donde voy, cuanto tiempo puedo estar sin cortarme el pelo hasta que los piojos me detecten. Aquí lo vemos en compañía de nuestro poeta de plantilla, el gato sibarita a quien estuvo atosigando toda la mañana con una cuestión Peliaguda: Tiene Dios Suegra? a lo que el gato retruco con un: puede Dios crear una suegra tan pesada que ni el mismo puede echarla de su casa? Kasansaski cree que cualquier ser, hasta el más humilde, puede aspirar a una cosmogonía detallada y lógica . Así que se dedica a tocar en las casas de trabajadores , obreros y perezosos de cerebro poco ejercitado para llenarlos de duda y abrirles el