Nuestro poeta de plantilla, el gato sibarita, no estaba produciendo. Los entresijos del mundial de futbol y la vida lene y cervecera del hincha, habían ganado su trastornada vivencia cotidiana hasta tal punto que el editor jefe Granitico Poe amenazó con ponerlo "De patitas en la calle" ( Granítico es un compendio de viejas frases hechas en desuso. Su favorita es " Patitas pa que te quiero" aunque como no sale nunca y no frecuenta sitios de riesgo no tiene oportunidad de usarla). El gato, urgido por la realidad de una supresión drástica de estipendios, se volcó a la lectura de Verlaine , Rimbaud , Wilde y otros decadentistas en busca de inspiración. le dio además por salir con pantuflas y bata a la calle para ir a comprar la absenta verde que les quemó el cerebro a tantos poetas y poetastros. Anoche se había bajado media botella cuando los vecinos llamaron a los sanitarios. Entre un desborde indescriptible encontramos estos versos que el minino habia c
COMENTARIOS HUMORÍSTICOS SOBRE LITERATURA, CINE, COMICS Y MILONGAS